Las Corporaciones de Asistencia Judicial del país, en el marco del Plan Nacional de Visibilización, convocaron durante este año a funcionarios y funcionarias a participar de un concurso de microcuentos bajo el lema “Como nuestro servicio cambia la vida de las personas”.
En la convocatoria participaron 21 funcionarios y funcionarias, representantes de las 4 Corporaciones de Asistencia Judicial, quienes presentaron un total de 26 relatos, de los cuales se eligieron tres primeros lugares y tres menciones honrosas por parte de un jurado conformado por la jefa del Departamento de Asistencia Jurídica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Oriella López Bartolucci; por los Directores Generales de las 4 Corporaciones de Asistencia Judicial, Carolina Fernández Alvear (CAJTA); Gastón Gauché Strange (CAJVAL) Alejandro Díaz Letelier (CAJMETRO) y Julio Díaz de Arcaya (CAJBIOBIO); y representantes de la Federación Nacional de funcionarios y funcionarias Fenadaj, Rosa Chipoco Aguilera (CAJTA); Danilo Peña Sánchez (CAJVAL); Mónica González Díaz (CAJMETRO) y Andrea Moscoso Gajardo (CAJBIOBIO).
Espacio de reflexión
En los saludos iniciales, la directora general de la Corporación de Asistencia Judicial de las regiones de Tarapacá y Antofagasta, CAJTA, Carolina Fernández Alvear, agradeció a todos los participantes “quienes se dieron el tiempo para hacernos reflexionar y reconectar con lo que realmente es importante, con mejorar la calidad de vida de las personas, nunca nos tenemos que olvidar que como servidores públicos para eso estamos, y este es un espacio de reflexión que nos permite recordar para que trabajamos tan arduamente”.
Por su parte, el director general de la Corporación de Asistencia Judicial de la región de Valparaíso, CAJVAL, Gastón Gauché, destacó que esta segunda versión del concurso de microcuentos, “nos da un sentido de pertenencia, de hacer un recuento de lo que hacemos, son un relato de lo que en definitiva la Corporación de Asistencia Judicial hace a nivel nacional, lo que hace cada uno de sus funcionarios y funcionarias en pos de nuestras usuarias y usuarios que en definitiva es la principal retribución como funcionarios”.
Para el director general de la Corporación de Asistencia Judicial de la región Metropolitana, CAJMETRO, Alejandro Díaz Letelier, “los contenidos de cada cuento, algunos estremecedores, permiten resaltar las vivencias que tienen nuestros funcionarios de Arica a Punta Arenas, una parte muy pequeña de lo que vivimos día a día brindando acceso a la justicia a las personas, eso me reconforta, creo que trabajamos con muy buenas personas y creo que uno de sus valores fundamentales son sus funcionarios”.
En tanto, el director general (S) de la Corporación de Asistencia Judicial del Biobío, CAJBIOBIO, Julio Díaz de Arcaya, destacó que estos relatos “dan cuenta de nuestras experiencias diarias en el trabajo y eso permite entregar un plus más allá de lo que hacemos atendiendo a nuestros usuarios porque la literatura acerca las tareas que se realizan en la Corporación a las personas. También asumo que es una tarea que vamos a seguir realizando esperando que más personas se sumen”.
Acceso a la Justicia
Junto con entregar el saludo del Subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, la jefa del Departamento de Asistencia Jurídica del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Oriella López Bartolucci señaló que “con estos microcuentos visibilizamos la tarea de atención a las personas, fortalecemos el sentido de pertenencia que tenemos con el trabajo. A veces con la vorágine de cosas más técnicas se nos olvida que lo más importante es asegurar el acceso a la justicia de las personas. Hoy estamos con un fuerte trabajo con niños, niñas y adolescentes, pero el trabajo de las Corporaciones siempre ha sido ese, hacer posible a todas las personas el acceso a la justicia, sin ninguna distinción, poder orientarlos y en estos cuentos se ve eso, que es parte de la labor que hacen todos en la Corporación, no solamente los abogados, sino que todo el equipo”.
En representación de la Seremi de Justicia y Derechos Humanos del Biobío se dirigió a los presentes Gonzalo Soto, quien entregó un afectuoso saludo a todos los funcionarios que se sumaron al concurso y en representación de la Federación Nacional de trabajadores, Fenadaj, habló la representante de CAJMETRO, Mónica González, quien destacó que esta actividad “viene a reforzar algo, se trata de visibilizar el trabajo que cotidianamente hacemos, ponerle rostro, ponerle nombre y poder conectar de alguna manera con esa cotidianeidad, con lo que muchas veces no se ve para afuera”.
Por su parte, la comisión organizadora del certamen, la Mesa Nacional de Visibilizacion de las CAJ, enfatizó el objetivo de la instancia puesto que “creemos firmemente que el acceso a la justicia cambia la vida de las personas, de quien lo promueve y de quien es receptor o receptora de este derecho y plasmarlo en un escrito nos hace más humanos porque dejamos una huella de nuestro compromiso con otros y otras, para que sus vidas sean un poquito mejor. Son historias sencillas y verdaderas que son testimonio de que día a día sumamos pequeños pero importantes esfuerzos para hacer un país más justo para todos y todas”.
Primer lugar: “El pago de los bomberos” de Teresa Poblete Troncoso, abogada jefa de la Oficina de Defensa LaboraL de Talca, CAJMETRO.
“¿De verdad podemos ganar, señorita?”; dijo a su abogada don Juan, un envejecido trabajador de campo, antes del juicio, incrédulo, para confirmar que los patrones jamás pierden. Terminada la audiencia, el derrotado patrón, sonrisa burlona, dijo “para el pago de los bomberos te pagaré”; y por mucho tiempo se escabulló, hasta que Tesorería incautó su devolución de impuestos, y furioso fue a insultar a un desconcertado don Juan, pero su abogada lo sorprendió aún más con un tesoro de varios millones. Don Juan, ojos llorosos, puño apretado y una sonrisa, dijo “señorita, el pago de los bomberos sí existe”.
Segundo lugar: “Una mujer fantástica” de Jaime Valenzuela Santiagos, Abogado del Centro de Atención Integral a Víctimas de Delitos Violentos de Rancagua de CAJMETRO.
Llorando a oscuras ahogaba su dolor contra la rugosa almohada. Aprendió a hacerlo desde niña, cuando aún no entendía que aquello no era amor. A los 15 años decidió que no volvería a ocurrir, tomó sus cuadernos, se armó de valor, salió de casa y denunció a papá.
Para ella no fue fácil, pero encontró un equipo que la acompañó. La asistente social fue su “apoderada”, la psicóloga su “tía”, y el abogado su “curador”. A los 18 años tomó nuevamente sus cuadernos, se armó de valor, salió de casa y caminó con seguridad. Sonreía mientras iba a la Universidad.
Tercer lugar: “El Curador” de Roberto Vergara Fajardo, Curador Ad Litem de la línea de representación especializada “La Niñez y Adolescencia se Defienden”, CAJ de Los Lagos, provincia de Chiloé, CAJBIOBIO.
El juez me decía que no. Por tiempo y agenda, era preferible que el niño se presentara en la próxima audiencia, pero Felipe, de 9 años, me dijo ayer que estaba decidido para hablar con el tío juez. Quería contar todo: los golpes y sus lágrimas. No podía fallar, menos a Felipe. Entonces, una discusión, un recurso y finalmente, Felipe sentado frente al juez, hablando como el mejor de los abogados.
Fue el comienzo de nuestra amistad. Me habla tipo 8 de la tarde. El colegio, Colo Colo y su mamá son sus temas; mi tema, es él.
MENCIONES HONROSAS:
“Fortaleza infantil” de Twiggi Rojas, secretaria del Programa Mi Abogado región de Arica y Parinacota, CAJTA.
“Tía: ¿me imprime ahora un unicornio?”, distraigo a la pequeña para que a su cuidadora la puedan entrevistar. He impreso su carpeta y no me explico cómo le puede pasar tantas cosas malas a una niña tan pequeña.
“Tía, sabe estoy feliz”, la quedo mirando mientras coloreamos, ¿si?, ¿por qué?: “es que hace rato no me pasa nada malo”. Miles de cosas pasan por mi cabeza, me aguanto la pena, solo me sale un… yo estoy muy feliz por ti.
Que importante es todo esto, y como le pueden cambiar la vida a una muy fuerte y muy valiente pequeña.
“Un cuento de Mediación” de Esteban Naranjo Echeverría, asistente social y mediador del Centro de Atención Jurídico y Social de Vallenar, CAJVAL.
Sesión difícil. Ambos gritan.
Carlos pide a la hermana que vendan la casa heredada de su madre. Elena reclama su falta de apego por los recuerdos de infancia.
Años sin conversar… pero muestran todo el dolor que guardaron: “no te preocupaste de la mamá”; “no te interesan mis problemas de salud; “nunca la cuidaste en sus últimos días”, ”te adueñaste de la casa” y siguen…
Elena suspira y contraataca: “quieres echarme y sólo me lleve la chala de la mamá…”.
Carlos, sorprendido: ¿la chala… esa con que nos perseguía por el patio?.
Se miran y se les asoma una sonrisa.
“El Osito de Peluche” de Vicente Jalilie González, abogado coordinador (S) del Programa Mi Abogado región del Maule. CAJMETRO.
Sebastián es un niño muy alegre y divertido. Llevaba años viviendo en una residencia, acostumbrado, resignado, a pesar de su corta edad.
Y de repente, conoció a un abogado, su abogado.
Inevitablemente, se volvieron amigos, aun sabiendo que más temprano que tarde Sebastián se iría donde siempre debió estar: en una familia.
Y así ocurrió. Se fue y su única pertenencia era un osito de peluche, pero no quiso llevárselo, sino que pidió dárselo a su abogado para que no lo olvidara nunca.
Lo que él no supo, es que aquel nunca podría hacerlo.